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SOCIEDAD

24 de agosto de 2024

JACINTO ZEBALLOS, UN PROTAGONISTA DEL PASADO LAVALLINO

Foto Archivo

Aprendió a leer y escribir por su madre, trabajó la tierra como contratista y productor y llegó a ser reconocido como el "el cooperativista más antiguo" de Mendoza.

Por Alfredo García Demartos

Recientemente el pueblo de La Asunción fue escenario de su tradicional celebración patronal, tiempo en el que, además de las honras a la Virgen, se repiten los encuentros para celebrar. Así es como durante muchos años, aquí festejó su cumpleaños, don Jacinto Zeballos, quien fue en vida, un incansable hacedor de la vida institucional y política del departamento.

Fue lavallino por adopción y se identificó plenamente con la vida de este suelo. Aquí echó raíces junto a su esposa María Celia Álvarez y con el tiempo llegó a ser parte de diversas actividades relacionadas a la economía y la vida social de Lavalle. Además, siempre estuvo estrechamente a la agricultura, en la que comenzó siendo adolescente. Sin embargo, durante más de 70 años se vinculó a otras actividades, como la conformación de entidades (cooperativas o vecinalistas), y, además, a la vida política del departamento.

Nació el 16 de agosto de 1918 (Aunque presentado el 16 de Setiembre de 1919) en El Carrizal, Lujan de Cuyo. Con solo tres años comenzó a transitar otro destino. Por el 21, su familia se trasladó a Fray Luis Beltrán para trabajar en una propiedad rural.

Durante una entrevista que le realicé tiempo antes de su fallecimiento, me relató que “en ese tiempo se plantaba trigo y cebada, aunque ya eran pocos los molinos harineros que existían”. De las tareas rurales de la época sostuvo que “…por ese entonces se encontraban más plantaciones de cebada, la que lo mismo que el trigo, se trillaba a yegua”.

Junto al trabajo agrícola

Rememoró, además, que “…se rompían potreros y se plantaban viñas…”, citando que “en mi familia, los chicos y mi madre, nos encargábamos de sacar o cortar y preparar los barbechos para hacer las viñas”.

En ese contexto histórico de la década del 20 y parte de la del 30, Jacinto Zeballos fue creciendo y mamando desde corta edad la cultura del trabajo agrícola, disfrutando los tiempos buenos, y asimilando las instancias difíciles, con cosechas perdidas o producciones magras. Tuvo que ir aprendiendo de los momentos políticos de ese entonces, con conquistas memorables “...como la jornada laboral de 8 horas que estableció Carlos W. Lencinas y los años duro con persecuciones políticas”.

Ya en ese entonces la familia estaba radicada en Maipú, donde “por el 26’ mi padre tomó un contrato en la finca Campana, de Isla Chica. Allí estuvimos casi 8 años, y es por ese tiempo cuando yo comencé a trabajar en la viña”. Y si bien, Jacinto había iniciado los estudios primarios en San Roque, ya instalados en Isla Chica los debió abandonar porque “… desde ese lugar solo era posible asistir a una escuela, cruzando el río (Mendoza)".

De tal manera “hasta los 12 años de edad, solo pude asistir a clases un total de 8 meses”. “Pero mi mamá - contó-, que había estudiado en una escuela religiosa, era quien me enseñaba a leer y a sacar cuentas”.

De ese modo fue aprendiendo que “escribir y leer siempre es un buen ejercicio para acumular sabiduría”. Y el no desaprovechó ocasiones de este tipo, aunque aislada.

Y como de los momentos malos también supo aprender, Jacinto manifestó que cuanto “andaba por los 15 años nos quedamos sin el trabajo del contrato. Y tuvimos que salir a hacer frente a la difícil situación que se vivía por esos años. No se conseguía trabajo” cuenta. “En ese entonces no faltaban posibilidades de sobrevivir en el campo. Era cosa de hacer una huerta y criar algunos animales y no se pasaba hambre”

Aprender de bodegas

Como ha quedado demostrado, don Jacinto nunca fue de quedarse, si existía la posibilidad de seguir evolucionando.  Por eso es que no desaprovechó la oportunidad cuando pudo ingresar a una bodega.                                     

Contó también que en la década del 40¨retomó la tarea de contratista “ya que sin dudas eran buenos momentos para la producción. Las primeras cosechas me posibilitaron comprar el primer terreno en la cuarta sección donde levanté una casita”. Más adelante pasó a ser contratista al 50%, bajo el desafío de mejorar una viña hasta entonces de bajo rendimiento, en calle Administración (Tres de Mayo).

 “De esta manera - citó - en solo tres años compré mi propia tierra de 4 hectáreas sobre la fruta 36, donde planté viñedos”.

El cooperativista

La serie de realizaciones que lo cuentan como protagonista, lo incluye como co fundador de la Cooperativa Los Andes, de Tres de Mayo. Según su relato “la propuesta comenzó a gestarse en un colectivo en el que viajábamos varios productores”.

“En el mismo distrito colaboré más adelante con mi patrón de entonces, Antonio Tomba, en la puesta en funcionamiento de la bodega que luego pasó a ser Cooperativa Tres de Mayo".

Además, la historia del cooperativismo lo tuvo como activo participante-desde 1988- en la conformación de la Cooperativa Vitivinícola Norte Lavallino. 

Para él, la mayor satisfacción fue “poder transmitir todos los conocimientos aprendidos”. Tal dedicación lo hizo merecedor de elogios en varias de las celebraciones anuales cumplidas en la provincia en adhesión al Día del Cooperativismo, en tanto que, en 2000, fue distinguido por ser el cooperativista más antiguo.

El vecinalista
En otro tramo de su testimonio evocó que “por entonces Tres de Mayo carecía de agua potable, un servicio que resultaba muy necesario. “Fue así que integramos la Unión Vecinal, que fue presidida por don César Ghiotti". Uno de los primeros objetivos planteados fue lograr el agua potable para el distrito.

En política

La vida política de Lavalle lo tuvo a Zeballos como un participante activo en el Partido Justicialista, por el que llegó incluso, a ser concejal desde 1983 a 1986.

Amante de tradiciones

Identificado con todo lo relacionado al tradicionalismo, su múltiple accionar le posibilitó estar ligado a la integración del Encuentro de los Cuyanos y de la conformación de la Federación Gaucha Mendocina.

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