Por Alfredo García Demartos

Teresa Camarasa de Appugliese dejó marcadas huellas en este departamento, donde además de aportar con sus iniciativas a la vida institucional, también destacó por su protagonismo en el quehacer político. Estuvo al frente de la Intendencia de Lavalle desde 1970 al 73 y fue la primera mujer que ocupo ese cargo en el país. Falleció en febrero de 2009.

Conocer a Teresa Camarasa de Appugliese fue uno de los privilegios que tuve en Lavalle. Ella estaba al frente de la Ferretería Appugliese y yo solía visitarlos por alguna adhesión publicitaria. No resultaba visita breve, ya que una charla con ella, que incluía café y algunos cigarrillos, se podía extender más de una hora. Así es como me ayudó a conocer mucho de Lavalle.

Transcurrido el tiempo, cuando había cumplido sus 90, mantuvimos otra extensa charla. Le emocionaba recordar su paso por la Intendencia. Es que, tanto por su actividad como funcionaria, como en la participación institucional que también desempeño, supo acumular el más duradero y firme de “los capitales”, el respecto, y el afecto de todos.

Por eso es que el día en que cumplió sus 90 años, fue incluso saludada hasta por algunos de sus ex adversarios de la política. Para ella, esta expresión y las llamadas de algunos lavallinos que le refrescaban el recuerdo de este pueblo, pasaron a ser el mejor regalo. 

Teresa Camarasa nació el 24 de setiembre de 1917 en Guaymallén, aunque aclara que fue asentada en el Registro Civil de Capital. Cursó el nivel secundario en el recordado colegio Normal (o Liceo de señoritas) y se incorporó luego a la carrera de Filosofía y Letras, la que abandonó casi sobre el final.

No obstante, supo acumular los conocimientos y la capacidad necesaria para desplegar una extensa labor pública, dedicada en su mayoría al departamento en el que asentó raíces.

Créditos: Mendoza Antigua (Plaza Lavalle 1939)

Aquí, donde hizo su vida, contrajo matrimonio con el también recordado Raymundo Appugliese. Rememoró que a él “lo conocí por intermedio de mi cuñado, el doctor Domingo Sícoli y al casarme me quedé a vivir en Lavalle”. Y aquí tuvo y vio formarse a sus tres hijas: Teresita, Susana y Monsy. 

Recuerda entonces que llegó por el 43. época en que “en la Villa no había agua potable” . “Por ese entonces - relató - en la casa de la familia Appugliese contaban con una perforación surgente que, si bien era para uso familiar, proveía del líquido a otras muchas familias. Frente al domicilio de calle Dr. Moreno se instaló un grifo del que todos sacaban agua".

Tampoco duda en reconocer de que manera inició su simpatía con el Partido Demócrata, a partir de la buena relación que tuvieron con su familia algunos de estos dirigentes, como Raffo de la Reta.

Teresa de Appugliese fue diputada provincial desde el 63 al 66. Reelecta por un nuevo periodo pero no alcanzó a retomar el cargo, habida cuenta del golpe militar de ese año, y que a nivel nacional terminó con el mandato de Arturo Illia.

LA MUJER INTENDENTE

Los antecedentes existentes dan cuenta que doña Teresina se hizo cargo de la Intendencia el 9 de marzo de 1970 hasta el 25 de mayo de 1973, en que delegó el mando al Justicialista electo poco antes, Pedro Petrich.

Entre sus múltiples anécdota menciona que ese día , tras dejar el cargo, el justicialista Néstor R. Castro, la tomó del brazo y la acompañó hasta la puerta principal diciéndole “merece salir por la puerta grande, tal como ingresó el día que asumió”.

Entre las principales realizaciones de su gestión se cuentan, una perforación para agua potable, la pileta de natación y el playón que comenzaron a dar formal al Polideportivo, alumbrado público, algunas calles asfaltadas, el barrio Santa Teresita que para su orgullo tuvo particular reconocimiento, teniendo en cuenta que se realizó bajo el sistema “ayuda mutua”. Al respecto evocó que “el gobierno provincial aportó materiales, mientras que los beneficiarios contribuyeron con su mano de obra".

Créditos: Mendoza Antigua (Banco Mendoza 1974 - Lavalle)

POR LA EDUCACIÓN

Además, tuvo participación en la puesta en marcha del nivel secundario iniciado con el Instituto Ntra. Señora del Rosario y “la colocación de piedra fundamental para la construcción de su inmueble”, de cuyo consejo de administración también formó parte, junto a otros reconocidos vecinos lavallinos.

La evocación de sus acciones para el departamento incluyeron también “la puesta en marcha de la escuela secundaria Juan Bautista Alberdi", en Costa de Araujo, y hasta la activa intervención en la conformación de entidades cooperativas, entre otras muchas realizaciones.

RECUERDOS DE LA COMUNA

Al citar su paso por la comuna y a su persona me contó que "los recuerdo con ternura, porque nadie me causó problemas. Tal vez hubo ligeras diferencias, pero no fueron cosas difíciles de superar".

En ese tiempo ella tampoco dudaba en sumarse a muchas de las actividades generadas, como fueron las programadas por el aniversario departamental y los acostumbrados festivales.

De aquel entonces remarcó asimismo que “ya en ese entonces Lavalle estaba olvidado en los presupuestos. Por eso tuve que salir a pedir muchas de las cosas que se necesitaban, sobre todo en obras".

“Debido a esa insistente recorrida por los pasillos de Casa de Gobierno - añade - el entonces Gobernador Francisco Gabrielli llegó a catalogarme de “llorona de velorio”. Pero por esa acción de plantear cosas necesarias, logró incluso traer para la comuna muebles de la Gobernación que fueron renovados.

De ese tiempo, las opiniones de su ex personal la marcan como amable, carismática y dueña de un estilo particular para tratar a sus subordinados. Al decir de algunos de ellos “sabía estimularnos para rendir en el trabajo. Y si se trataba de tiempo extra, en muchas oportunidades estaba con nosotros”.
 

CONVIVENCIA POLÍTICA

De su trayectoria la política también destacó la buena convivencia que había entonces entre políticos, “en especial en un lugar como Lavalle, donde incluso, existen lazos familiares entre muchos de ellos”.

LA PRIMERA INTENDENTE A NIVEL NACIONAL

Asumir la Intendencia para ella significó un particular desafío, no solo como política y su especial identificación con el departamento que la adoptó.

Hasta entonces no era común que una mujer tuviera un cargo político de relevancia. Y en ese contexto tampoco imaginó que pasaría a ser a nivel nacional, la primer mujer Intendenta, Y aunque no sea este un dato menor, doña Teresa, de tan simple que es, minimiza este dato.

Para ella, simplemente “ha sido un gran orgullo estar en tal función”. Etapa en que tal como reconocen muchos lavallinos, “…se hizo mucho y en especial para ese tiempo en que faltaban tantas cosas”.

Cabe mencionar que, además, que su trayectoria pública también se desempeñó en la Dirección General de Escuelas (en la década del 60) e integró el cuerpo directivo de la Caja de Jubilaciones (en los 80’).