Por Pablo Chirino

Parte del peronismo legislativo se divide para marcarle la cancha a Edgardo González a solo 10 meses de asumir su mandato. Desde la feroz interna partidaria en 2023 y el nuevo liderazgo comunal, la convivencia política estuvo sesgada por enojos, traiciones e indiferencias. Aquella unión simbólica en el Concejo Deliberante del bloque oficialista se terminó de quebrar este viernes cuando los concejales Belén Quiroga, Luis Manggione, Maximiliano Ribera y  Gimena Masoero que responden a Roberto Righi, anunciaron su paso al costado para conformar el Bloque “Carlos Masoero”.

En primer lugar, con la intensión de tocar las fibras más íntimas de la militancia histórica del peronismo y, en segundo término, para desmarcarse del intendente González que ha mostrado una tendencia a “radicalizar” su gestión atraída por el vínculo de amistad con algunos dirigentes de Cambia Mendoza, incluido el gobernador Alfredo Cornejo.

En una carta enviada a Click Mendoza, los cuatro ediles firmantes destacan “no compartimos la visión sobre el quehacer municipal, no coincidimos en la posición adoptada con el gobierno provincial”. En este sentido, evalúan “desde hace 9 años que conduce los destinos de los mendocinos y mendocinas, nunca cooperó con obras o planes importantes para el desarrollo de nuestro departamento y también porque no avalamos la serie de hechos ocurridos de una interna partidaria que aún no termina” señalaron los flamantes Masoeristas.

Agregan “no hemos sido escuchados, ni convocados, para encontrar soluciones y trabajar en equipo en pos del bienestar de los habitantes del departamento”, dejando en evidencia la dañada relación entre ejecutivo y concejales.

Al mismo tiempo, dejaron plasmado en el documento una denuncia grave que argumenta la división legislativa pero que debería formalizarse en la justicia, los concejales revelados indicaron “día a día vemos que compañeros y compañeras son víctimas de persecución política y destrato. Por este modo de actuar, también se han visto perjudicados empleados y empleadas municipales con largas trayectorias en la función pública, como así también, el desmembramiento de equipos técnicos profesionales”.

En cuanto al modelo de gestión de Intendente Edgardo González, los masoeristas señalaron “el Municipio debe modificar su rol tradicional, pasando de ser simples administradores, para transformarse en activos actores locales con responsabilidades de promoción del desarrollo económico y social de sus localidades”.

Por último aclararon “esta decisión, en ningún momento intenta poner “palos en la rueda” y seguiremos acompañando la gestión del actual Intendente en todos los proyectos que consideremos tengan que ver con el bien público y mejoras en la calidad de vida de nuestra comunidad” en lo que políticamente se entiende como dejar la puerta abierta para futuras negociaciones, por ejemplo: el Presupuesto 2025.

Con esta decisión, el mapa de votos cambia sustancialmente y podrían trabarse varias iniciativas en un futuro. El oficialismo queda con la mano alzada  de Diego Sifuente y Guadalupe Martino pero, esta última, preside el Cuerpo. Habrá cuatro votos de Cambia Mendoza y Libres del Sur y, desde ahora, cuatro votos del “Bloque Carlos Masoero”.

Ante el nuevo escenario y para no depender de los ediles masoeristas, todo indica que la relación cercana de Edgardo González con el gobierno provincial se podría traducir en “votos amigos” por bajada de línea de los ediles del Bloque Cambia Mendoza y Libres del Sur para lograr avanzar en algunos temas centrales.  

Hasta ahora, el bloque CM integrado por Walter González, Herman Mercado, Laura Baldes y Carolina del Castillo se ha mostrado condescendiente y viene acompañando el grueso de las iniciativas del jefe comunal y recibiendo - como contrapartida - el acompañamiento del mandatario a las propuestas de los concejales.

Estos movimientos de tablero, ponen a Roberto Righi en foco nuevamente. Todos saben que es el hacedor de la decisión de los concejales.

En definitiva, deja claro que la herida de la interna partidaria peronista no está suturada, nadie aporta a la sanación y no dejaría de sangrar hasta el año próximo. La hipótesis de un escenario dividido con vista a la PASO es evidente y – algunos creen – necesaria. Todo queda expuesto a lo que suceda con las intermedias, con o sin PASO.

Una vez más, Roberto Righi y Edgardo González podrían volver a verse las caras en las legislativas a través de sus alfiles para redefinir o confirmar el nuevo liderazgo político en Lavalle.