Por Pablo Chirino

Un camión compactador acelera a primera hora de la mañana frente a tu casa y vos, frentista, "das por hecho" que la basura domiciliaria ya está camino a su destino final (El Borbollón, Las Heras) previo paso por la “clasificación de origen” en casa. La misma deducción surge cuando te retiran los residuos  sólidos urbanos del cordón banquina u otros depósitos eventuales .  Son los “recolectores”, un servicio básico municipal tan esencial como tan depreciado en la consideración pública. 

Esencial porque favorece a la armonía del desarrollo social urbano/rural en un ambiente saludable, sustentable y visualmente limpio y ordenado. Depreciado por que, siendo una acción pública diaria en favor de la ciudadanía, la prestación rutinaria del servicio hace que no se valore la eficiencia y eficacia del manejo de los residuos. Pasa inadvertido y no se pondera como obra pública, salvo cuando su desenvolvimiento sea irregular y/o deficiente.

Lo que ninguno visualizamos ni dimensionamos adecuadamente es la logística, infraestructura y presupuesto que representa el manejo de los residuos una vez que es sacado del frente de casa o el contenedor barrial.

En Lavalle se retiran de domicilios y espacios públicos entre 16 y 20 toneladas por jornada de recolección de residuos sólidos urbanos RSU, equivale a unas 4 o 5 camionadas.

El cronograma de recorridos del recolector se lleva a cabo de acuerdo a un mapeo sectorizado, que distribuye día y logística dada por acumulación. En Lavalle, la recolección de los residuos se realiza a través de recurso humano municipal contratado y de planta permanente sobre un territorio de unos 10.000 Km² regularmente alcanzado entre el 80% y el 90% de la población, aunque este último dato podría haber variado en el transcurso de este año.

El Director de Servicios Públicos Danilo Darol nos explica  “en promedio mensualmente ingresan al Relleno Sanitario unas 425 toneladas mensuales de residuos sólidos urbanos, distribuidas en más de 70 viajes, cada tonelada actualmente tiene un valor de $20.000 que deben ser abonados para el ingreso al predio El Borbollón”.

En la actualidad, la flota de camiones municipales – apenas cuatro unidades – está lejos del ideal de recolección. De hecho, por la insuficiencia de transporte, existen zonas habitadas que no cuentan con el servicio de recolección adecuada.

Darol detalla “La Municipalidad de Lavalle presta actualmente el servicio de recolección domiciliaria de residuos a través de camiones prensa o camiones contratados en los distritos; mientras que el ingreso a la planta de El Borbollón solo se realiza a través de camiones que cuenten con prensa”.

Para solucionar esa deficiencia, la administración de Edgardo González pidió al Concejo Deliberante que le habilitara en el Presupuesto 2024 un endeudamiento por $1.000 millones para la adquisición de nuevas unidades. Hace unos días, salió a licitación la compra de camiones y compactadoras que se encuentra en etapa administrativa de forma.

Entre los factores que más influyen en la adopción de metodologías GIRSU cabe destacar uno que tiene un peso fundamental: el presupuestario. Si tenemos en cuenta las 425 toneladas mensuales, Lavalle necesita $8.500.000 para el abonar el derecho de depósito en El Borbollón. Es decir, solo por utilizar el predio lasherinos de tratamiento final, se requiere de unos $102 millones anuales.  Además, hay que considerar los gastos operativos en el territorio: salarios, combustibles, logística, etc.

Por un lado, Lavalle al igual que la mayoría de los municipios posee partidas insuficientes para el manejo de los RSU. Fuentes consultadas por Click Mendoza asumieron que la gestión de los Residuos Sólidos Urbanos le insume a un municipio, en promedio, entre un 15 % y un 30 % del presupuesto municipal siempre que se atribuyan todos los mecanismos adecuados según las normas vigentes.

Dadas las insuficientes económicas que presenta Lavalle, en la actualidad  ¿Todos los RSU va a El Borbollón? Se sabe que la disposición final de residuos se realiza a través de rellenos sanitarios, basurales semicontrolados o basurales a cielo abierto. Según especialistas en la materia, la elección de los sitios en los cuales se disponen finalmente los residuos derivan de causas que no tienen que ver con la aptitud de los terrenos o su ubicación, sino que se seleccionan áreas depreciadas para otros usos y con poco valor de mercado.

Acerca del tema, Jorge Gisbert especialista en temas ambientales y mentor de la Ordenanza 1206 aprobada en 2023, nos aclara “en términos generales, la mayoría de los municipios más pequeños, y Lavalle no es una excepción, la disposición final se realiza con escasos controles ambientales y el consiguiente riesgo para el ambiente y la salud que esta situación supone, nos dijo el ex funcionario municipal.

En Lavalle se combina la principal opción para la disposición final de los RSU generados, el relleno sanitario de El Borbollón (Las Heras) pero suma algunos microbasurales creados estratégicamente por la autoridad competente o devenida de comportamientos de la propia sociedad, a raíz de las deficiencias  del servicio de recolección municipal. El basural de la calle El Carmen, por citar un caso denunciado por los vecinos, recientemente.

Esta semana, será tratada en comisión un pedido de informe a la comuna sobre el estado de situación de los residuos en Lavalle. La iniciativa lleva la firma de los ediles Walter González, Herman Mercado, Laura Vadés y Carolina del Castillo (Cambia Mendoza – Libres del Sur). Por lo que se espera su aprobación en sesión para luego intimar, en 10 días, a que la comuna brinde un informe completo sobre el tema.

Según Danilo Darol “El Municipio de Lavalle ha implementado desde hace más de 3 años una política de separación, clasificación y acopio de materiales reutilizables, los mismos se recolectan a través de operarios municipales que realizan la selección y traslado en moto cargas y movilidades desde los punto y campanas verdes distribuido en Tulumaya y Costa de Araujo principalmente a además de sitios específicos ubicados en zonas de alta circulación poblacional como lo son estaciones de servicio o sitios turísticos y demás distritos irrigados” detalla el funcionario sobre el manejo de residuos reciclables secos.

Es claro que en los últimos años han proliferado los microbasurales en Lavalle. Incluso, en la última década, se iniciaron como escombreras Municipales de inertes pero que derivaron en basurales ante la ausencia de un manejo controlado, según datos aportados a Click Mendoza.

Saliendo de la presunción inicial, cabe repreguntarse hoy ¿Dónde van los residuos que producimos a diario? ¿Cuántos microbasurales a cielo abierto hay en la actualidad en Lavalle? ¿Se cumplen las directrices de las normas vigentes? ¿Se destina el presupuesto adecuado para el abonar el canon de la deposición final en El Borbollón?

En 2023 se aprobó la Ordenanza Nº 1206 que crea el "Programa Municipal de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos" (PMGIRSU) el cual plantea como cuestión de estado el GIRSU en línea con las comunas de la región norte de la provincia. Se trata de un ideal jurídico que define las políticas públicas sobre el manejo responsable de los mismos y señala como horizonte único e irrenunciable la sustentabilidad medioambiental.

Esta norma local presupuesta inversión real en logística, infraestructura y, fundamentalmente, acciones que deriven en el cambio cultural sobre la clasificación domiciliaria a través del Programa de Educación Ambiental en Residuos. una tarea que significa trabajar codo a codo con las organizaciones intermedias, comercios y empresas locales.

Para evaluar las incidencias, rediseñar políticas, fortalecer la metodología y hacer más eficiente el manejo de las miles de toneladas de desechos la ordenanza vigente - desde hace un año – creó el “Observatorio Ambiental” para el control, seguimiento y relevamiento de información del Programa de Gestión integral de R.S.U. Dicho observatorio deberá estar conformado en forma equitativa por la sociedad civil organizada y otras áreas gubernamentales. Tal órgano no estaría activo, por lo que no existiría monitoreo efectivo ni información cierta sobre los RSU. Son datos obligatorios de ser relevados y dados a conocer de manera abierta de acuerdo a  los alcances la Ordenanza 1206 y, entre otras, por la Ley 25.831/04 régimen de Libre Acceso a la información Pública Ambiental.