Por Pablo Chirino

Sin argumentos válidos y razonables que fundamenten la continuidad del actual y deficiente servicio de transporte público en poder de una sola empresa, las autoridades provinciales continúan soslayando el drama diario de miles de lavallinos. En el plano provincial, el tema no es prioritario y lo reducen a cuestiones formales de escritorio y presupuesto para postergar en el tiempo las modificaciones urgentes y necesarias en la devaluada calidad prestacional que fueron acordadas en la concesión del servicio para la zona y sus mínimas modificatorias devenidas en el transcurso del tiempo.

Sin acudir a un dialecto legal ni tecnicismos inconducentes para esta reflexión y asumiendo que soy usuario del transporte público, hay definiciones que debemos dejar claras: "El transporte público local e interurbano de Lavalle - como del resto de Mendoza - depende de la provincia", es ley y se crearon organismos con competencia en el tema. Nada tiene que ver el gobierno comunal de Edgardo González salvo empatizar con sus vecinos y ponerle la cara, en este caso, al problema para luego derivarle el costo político a Alfredo Cornejo por debajo de la mesa.

Si de intermediaciones formales se trata es claro que el Municipio puede hacer poco y nada ya que no tienen injerencia firme y cierta. De hecho, en más de una década de concesión toda gestión comunal careció de respuestas acordes desde el gobierno provincial, salvo cambios mínimos que no alteraron la consideración de los usuarios sobre la prestación.

Para recaer quizás en las gestiones infructuosas de tiempos pasados, ahora bajo el lema “Mas cerca tuyo” la comuna iniciará un periplo de consultas distritales para anoticiarse de los problemas del transporte de boca de los usuarios, relevar los datos, elaborar un informe oficial de las carencias y las demandas para supuestamente elevarla al gobierno provincial.

¿Es necesario deambular por el territorio para recibir reclamos?  ¿No fue una de sus banderas de campaña el Transporte Público? En esa oportunidad dijo conocer a fondo el tema y venía a solucionarlo. Podríamos deducir entonces que esta consulta distrital llega para reflejar que hubo falso conocimiento o quizás existe y solo se busca un “mientras tanto” a la espera de la resolución provincial y no pagar el costo político de la no gestión a nivel local.

Por sentido común ¿No bastaría con un relevamiento en la Terminal Departamental de Ómnibus o de Capital? ¿Una encuesta digital o, incluso, consultar el Libro de Quejas de la empresa? No sería ilógico utilizar el método “usuario misterioso” para probar las falencias.

¿Qué dirán los vecinos que ya no hayan dicho públicamente sobre el servicio? En este sentido, queda claro la poca conexión de la gestión municipal con la realidad histórica de Lavalle. Por cierto, un grupo de vecinos se lo hicieron saber en las redes oficiales del municipio. Elsa publica “Hace años que la gente sabe que es lo que necesita que no seamos escuchados y apoyados por el municipio es otra cosa ahora van hacer tipo encuesta si ya los vecinos unidos por el transporte hicieron el trabajo que les correspondía por favor no tomen la gente de Lavalle de estúpidos”

María, una activista de las mejoras en el transporte, les escribió “(..)Si les interesa les podemos acelerar las cosas nosotros tenemos documentos y ya hicimos las encuestas en febrero..así lo más antes posible podríamos solucionar este problema que nos aqueja desde hacen años ...es más tenemos mucha información que les puede interesar ..este no es un problema de ciertas personas es un serio problema a nivel departamental. Si les llega a interesar nuestro aporte aquí le dejo mi número igualmente la mayoría de ustedes lo tiene pero x las dudas”

Lo que pasa con el Transporte Público se define en escritorios de Casa de Gobierno previo a audiencias públicas para tomar las demandas de los usuarios y definir las características del servicio futuro y ponerlo en oferta en esos términos en la concesión definitiva. Durante el periodo concesionado el órgano director y/o contralor pueden realizar modificaciones  a las prestaciones, producto de demandas emergentes. Aquí, en ese permiso legal, cabe la figura demandante del pueblo de Lavalle, hasta ahora desoída. La pregunta que surge de las actuales gestiones de la comuna ¿las respuestas podrían parecerse a las anteriores?

Pablo se expresa y lleva el tema un poco más allá “tendría que pedir otra empresa qué pase hay línea que quiere entrar pero no lo dejan. Según el intendente para ganar dijo que se mejoraba el servicio público pero hoy no los apoya a la comunidad lavallina”

Desde que la actual empresa - única prestataria desde la década del 90 - desanda los caminos lavallinos los reclamos de usuarios fueron constantes y crecientes. Nunca pudo satisfacer la demanda real, el dato no es nuevo. En varias oportunidades, se hicieron retoques de recorridos o ajustaron horarios, pero no alcanzó para cambiar el malestar general. Aun así, la provincia extendió la concesión hasta nuevo aviso.

Siempre tomando testimonios del muro oficial de la comuna en Facebook,  Lorena otra usuaria desencantada, dijo “yo opino q hay mucho q mejorar y si es posible q entre otra empresa una sola no abastece a toda Lavalle. Rosa, vecina de El Vergel explica “Para mí tendrían q cambiar el grupo prestaciones porq hay distrito como donde vivo el vergel , todavía q es una locura lo q cobran tampoco tenemos casi frecuencia y ninguna tiene salida directo al centro si o si tenemos q pagar dos pasajes es una locura

En medio del padecimiento de usuarios, aumentó el pasaje para todas las jurisdicciones El costo de $1850 para el tramo Lavalle - Mendoza agudizó la crisis lavallina. Por derecho, una demanda colectiva decantó en un amparo judicial sobre el aumento, al parecer intrascendente en la práctica puesto que no cambió nada, hasta ahora. Sin embargo es una pequeña batalla ganada por los usuarios.

Históricamente, los usuarios reclaman mejoras sustanciales en unidades, recorridos, horarios y precio diferencial pero - al parecer - no hay planes de cambiar nada desde el gobierno provincial, por el momento. ¿Podrá Edgardo González torcer el curso de la historia? ¿Serán las audiencias territoriales no vinculantes el mecanismo auditor para unificar criterios y lograr soluciones más efectivas? Quizás sí. Sería hacer honor al compromiso público – que es la palabra empeñada en campaña – y, como valor agregado, a la amistad manifiesta de Cornejo y el Intendente peronista.

Aunque lo justo, razonable e imperioso es ajustarse al derecho que asiste a los usuarios, las normas que regulan el servicio y a las obligaciones inherentes al estado para garantizar que las cosas funcionen en tiempos y formas para el bien de todos. Al estado no incumplir sus funciones, la empresa ser más eficiente y a los usuarios ponerlos en igualdad de condiciones que al resto de la provincia en cuanto a la calidad del servicio.